Ediciones Universidad de Salamanca / CC BY-NC-SA Ciencia Policial, 183, 43-89 59 Análisis e implementación de estrategias para prevenir o atenuar la “contaminación” cognitiva en la obtención, análisis e interpretación de las pruebas científico-forenses en el proceso penal Amezcua de Miguel, R. de la dentadura (bordes de los dientes, existencia de coronas o empastes...), puede estirarse o encogerse durante el mordisco, lo que altera la apariencia de la marca. Además, el mordisco provoca hematoma, por lo que su aspecto se altera aún más. Es imposible practicar comparaciones precisas. En la segunda etapa del proceso de comparación, los expertos deben decidir cómo interpretar estos datos y valorar si las marcas pertenecen a una misma dentadura. Es aquí donde surgen las amenazas de sesgar el resultado del análisis: dependiendo del grado de similitud, añadiendo que hay información contextual irrelevante (existe un sospechoso, una confesión...) o la propia expectativa del examinador por querer resolver un caso pueden hacer que la valoración de la segunda etapa de la identificación forense tenga un resultado equivocado (Saks, 2010). Uno de los ejemplos que más se citan en artículos que tratan sobre este aspecto es el caso del atentado del 11M en el Cercanías de Madrid, por afectar a uno de los análisis más prestigiosos de las ciencias forenses (la dactiloscopia). Pese a las discrepancias de los expertos en huellas españoles, el FBI determinó que las huellas latentes encontradas eran de un abogado de Estados Unidos que estaba registrado en sus archivos de huellas por haber servido en el ejército. Como información contextual irrelevante, contaban con que el sospechoso era de origen musulmán y había defendido a un grupo de estadounidenses que habían querido unirse a Al Qaeda. Semanas después, la policía española identificó a la persona a quien correspondían las huellas (Stacey, 2005). 5.3.2 Materiales de referencia Fuente íntimamente relacionada con los datos y también derivada de la aplicación del método de comparación, como en ADN, huellas dactilares, la escritura a mano o las armas de fuego. La evidencia real hallada en la escena del crimen no se interpreta a partir de los datos que esta contiene, sino que la comparación empieza desde los datos del sospechoso conocido (materiales de referencia). Analizar primero la huella indubitada del sospechoso, y extraer de ella la información o características a encontrar en la evidencia de la escena del crimen, puede dirigir el análisis hacia una identificación errónea (Dror, 2020).
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