Ediciones Universidad de Salamanca / CC BY-NC-SA Ciencia Policial, 182, 15-69 47 Ciberseguridad vs ciberdelincuencia García Torres, M. L. El motivo por el que hablamos de esta clase de prueba no es otro, como se ha explicado anteriormente, que el hecho de que las evidencias que permiten demostrar la existencia de un ciberdelito son de carácter electrónico. Resulta indiferente si la información se ha creado, se almacena o se transmite por medios electrónicos y también es intrascendente qué tipo de información sea. Lo relevante es que se encuentre contenida o sea transmitida por medios electrónicos y que sirva para acreditar los hechos dentro de un proceso penal. Como estamos analizando la ciberdelincuencia, hablamos de la prueba electrónica que permite probar la comisión de un hecho delictivo en un proceso penal. Recodemos que, cuando nos referimos a la prueba, este concepto puede estar referido bien al resultado, bien al medio de prueba o bien a la actividad que realizan las partes para convencer al juez de la certeza de los hechos controvertidos en el proceso. Asimismo, se ha de diferenciar dos términos que no significan lo mismo: fuente y medio de prueba. Concretamente, en el ámbito de la prueba electrónica, se entiende fuente de prueba aquella información contenida o transmitida por medios electrónicos. El medio de prueba es, sin embargo, la forma a través de la que la fuente de prueba accede al proceso penal (Delgado Martín, 2016). Hoy contamos con muy variados elementos electrónicos, que han ido evolucionando a gran velocidad en los últimos años. Cuando nos estábamos acostumbrando a los Cd-Rom, llegaron los DVD, para ser sustituidos rápidamente por las memorias USB y, éstas, posteriormente, por el almacenamiento de datos en la nube. Igual sucedió en el ámbito de la telefonía móvil. Los teléfonos que sólo servían para llamar, pasaron a mejor vida, pues todo el mundo accedió a los smartphones (con sistema Android o iOS), que permiten realizar llamadas, enviar mensajes, utilizar los sistemas de mensajería instantánea y la navegación por Internet. Los ordenadores de consola siguen existiendo, pero comparten vida con los portátiles, con las tabletas, los reproductores de MP3 o MP4 o, las PDAs. Quién de nosotros no lleva en su vehículo un sistema de navegación que le permite ser rastreado a través de GPS y conocer las carreteras y el camino por dónde llegar a los lugares. Estos elementos electrónicos nos
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