Ciencia Policial nº182

Ediciones Universidad de Salamanca / CC BY-NC-SA Ciencia Policial, 182, 231-268 257 Pasado y presente de las armas químicas: consecuencias para la vida y el medio ambiente Cantero Berlanga, M. D.; Méndez Rocasolano, M. en vista del creciente uso del lecho marino para fines económicos (como parques eólicos marinos, cables submarinos y oleoductos), el riesgo de encontrarse con municiones arrojadas al mar está en aumento. Si bien, como señalan Dos Santos, Shem, França, Perera y Correia (2023) no se conocen las ubicaciones exactas, las identidades químicas y las cantidades de armas químicas vertidas, no cabe duda de que la vida marina, en las áreas de vertido, se ha visto afectada al estar expuesta accidentalmente a las armas químicas, lo que ha tenido graves consecuencias para la salud. En este sentido, a juicio de Domingo y Pita (2013), la CWC cometió un gran error ya que no obliga a los Estados parte a recuperar y destruir los vertidos de armas químicas que fueron arrojados al mar antes de 1985. Esto fue porque hasta la década de los cincuenta, se consideraba como una técnica de destrucción ambientalmente adecuada. No obstante, es importante destacar que solo con la destrucción de las armas químicas no se acaba el problema de la contaminación per se, ya que los productos descontaminantes químicos suelen generar subproductos tóxicos, que pueden afectar negativamente al medio ambiente y pueden dañar al usuario, y su descomposición química da como resultado determinados subproductos no deseados que, en caso de llegar a fuentes de agua o al suelo, pueden poner en peligro el medio ambiente. Estos ejemplos ilustran algunos de los impactos perjudiciales que las armas químicas han tenido en el medio ambiente. Es importante destacar que la lista de efectos negativos es extensa y varía según los tipos de armas químicas utilizadas, la cantidad liberada, la duración de la exposición y la ubicación geográfica. Además, es fundamental tomar medidas para prevenir y mitigar estos efectos, así como para asegurar la destrucción segura de las armas químicas y prevenir su uso en el futuro. internacional intergubernamental que se dedica a la protección y conservación del medio ambiente marino del Mar Báltico establecida en 1974) estima que unas 40 000 toneladas de municiones químicas fueron arrojadas al Mar Báltico después de la Segunda Guerra Mundial. Aún en la actualidad, existe la posibilidad de que las personas se encuentren con armas químicas mientras trabajan en el entorno marino del Mar Báltico meridional y occidental.

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