Ediciones Universidad de Salamanca / CC BY-NC-SA Ciencia Policial, 182, 145-172 164 CIENCIAPOLICIAL anestesista español Juan Maeso, que fue condenado por un delito de lesiones por imprudencia grave profesional, al demostrarse por medio de estudios filogenéticos que inyectó el virus de la hepatitis C a 275 pacientes, que enfermaron como consecuencia de esta infección, al usar la misma jeringuilla para inyectarse morfina y posteriormente tratar a sus pacientes (Schmedes y Budowle, 2009). Una investigación policial, en especial en casos de terrorismo, exige una rápida respuesta y desarrollo para la toma de medidas de seguridad, evitar la pérdida de evidencias y prevenir futuras acciones criminales. En el caso del Amerithrax, el acto de bioterrorismo de mayor relevancia mundial, la investigación duró 10 años, en los cuales se tardó un mes en identificar el agente patógeno, tiempo en el que las personas expuestas no recibieron ningún tipo de tratamiento específico. Los ataques sucedieron en dos oleadas que pudieron ser muchas más, dado que el análisis del AB no consiguió dar información bastante hasta pasados 5 años, pudiendo detener al autor en 2007, es decir, 6 años después. Por fortuna, la motivación del causante era generar una gran alarma social alrededor de la peligrosidad de los AB, para no perder su financiación en la investigación sobre una vacuna efectiva para el ántrax, objetivo que alcanzó a la perfección; sin embargo, si la motivación hubiera sido la muerte indiscriminada, la catástrofe hubiera sido, sin duda, mucho mayor. Las nuevas técnicas de CB permitirán que los plazos en la respuesta del incidente se acorten, y así una toma de decisiones rápida que mejore las consecuencias del ataque. Por otra parte, el procedimiento judicial requiere precisión en los datos aportados que se puedan constituir en evidencias con eficacia probatoria. Las nuevas tecnologías en el campo de las ciencias bioforenses mejoran a anteriores aplicaciones tanto en velocidad y capacidad de procesamiento como en calidad y fiabilidad de los datos. En la Tabla 1, se reflejan agrupadas por campo de conocimiento las principales técnicas usadas en la identificación y el estudio de muestras de origen biológico. Todas las técnicas pueden ser usadas para la detección de un AB, si bien este dato es muchas veces insuficiente. El siguiente paso es la identificación del agente, dentro de la cual hay tres niveles
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