Ciencia Policial nº182

Ediciones Universidad de Salamanca / CC BY-NC-SA Ciencia Policial, 182, 145-172 161 La aplicación de las ciencias bioforenses a la investigación del bioterrorismo y biocrimen Ordoño Ballesteros, D. J. ganismo en el que se reflejen las muestras previas donde apareció, su localización, fecha, condiciones ambientales, concentración, tipo de muestra y la forma de recogida, método de secuenciación, virulencia de la cepa y otras anotaciones de interés. Este tipo de información es llamada metadata y es de gran importancia en estudios epidemiológicos y bioforenses, ya que ayudaría a la determinación de aspectos clave en la investigación de un brote. La inteligencia artificial (IA) es la rama de la informática que dota a las máquinas de una imitación de la estructura cognitiva humana, dándoles capacidad de pensamiento analítico y de toma de decisiones (Mintz y Brodie, 2019). La IA ha demostrado ser una herramienta útil en el trabajo de las técnicas de cultivo celular; el algoritmo de “Chromogenic Media Image Detection” consigue discriminar cultivos celulares de un determinado microorganismo frente a otras especies (Rhoads, 2021), ayudando en la interpretación de placas de cultivo muy numerosas y limitando el componente subjetivo humano. La IA, aplicada a través de sus técnicas de machine learning y deep learning, mejora el tratamiento de esta ingente cantidad de datos generados por la genómica y la proteómica, incrementando la velocidad de análisis y minimizando los errores en los resultados (Mishra et al., 2023). Estas máquinas inteligentes pueden ser diseñadas y entrenadas para que ejecuten análisis en las secuencias genéticas o proteómicas de los AB y extraigan información útil desde el punto de vista jurídico, en relación con la intencionalidad del uso, capacidad letal u origen del mismo, alimentando a la metadata asociada al bioincidente. 4 Uso de las ciencias bioforenses en bioincidentes A lo largo de la historia ha habido numerosos actos malintencionados con la participación de AB (Figura 3) y el método científico se ha usado para la resolución de los mismos; sin embargo, fue en el bioincidente conocido como Amerithrax cuando las ciencias bioforenses tuvieron un uso más amplio, adaptándose a las necesidades planteadas, apoyando y definiendo las líneas de investigación policial y aportando evidencias judiciales de valor probatorio. En

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