Dos víctimas liberadas y cuatro detenidos en Madrid

La Policía Nacional desarticula una organización criminal dedicada a la explotación sexual que esclavizaba a sus víctimas

Captaban a las mujeres a través de sus familiares directos y de páginas web que ofertaban servicios sexuales. Trabajaban las 24 horas los siete días de la semana, tenían que dormir con ropa sensual y estar siempre maquilladas por si se presentaba algún cliente

Las víctimas no podían rechazar ningún servicio sexual. Si el cliente no quedaba satisfecho se castigaba con la obligación de realizar otro servicio sin recibir ningún dinero, quedándose los responsables con el importe íntegro

La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica

08/07/23

Agentes de la Policía Nacional han liberado a dos víctimas y detenido a cuatro personas en Madrid. Con esta operación han desarticulado una organización criminal dedicada a la explotación sexual que esclavizaba a sus víctimas. Captaban a las mujeres a través de sus familiares directos y de páginas web que ofertaban servicios sexuales. Trabajaban las 24 horas los siete días de la semana, tenían que dormir con ropa sensual y estar siempre maquilladas por si se presentaba algún cliente. Las víctimas no podían rechazar ningún servicio sexual. Si el cliente no quedaba satisfecho se castigaba con la obligación de realizar otro servicio sin recibir ningún dinero, quedándose los responsables con el importe íntegro. La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.

Esclavas sexuales

 

Los integrantes de la organización captaban a sus víctimas a través de familiares directos o de anuncios en páginas web utilizadas para ofrecer servicios sexuales. El entramado se aprovechaba de su vulnerabilidad económica y personal, dada la situación precaria en que se encontraban las víctimas tanto en su país de origen, principalmente Sudamérica, como en territorio nacional.

 

Una vez la víctima contactaba con los responsables, la red criminal la citaba para una entrevista personal con uno de los líderes. Las engañaban con falsas promesas de ganar elevadas sumas de dinero, horarios reducidos, autonomía a la hora de seleccionar los servicios sexuales y completa libertad de movimiento y horario. Se les aseguraba que únicamente entregarían un porcentaje mínimo de sus ingresos como simples honorarios de publicidad.

 

Cuando las mujeres llegaban a los prostíbulos que el entramado regentaba, se les explicaban las condiciones reales y deplorables a las que debían someterse, un severo régimen cercano a la esclavitud.

 

 

Castigadas si el cliente no quedaba satisfecho

 

Las víctimas debían trabajar las 24 horas los siete días de la semana, tenían que dormir con ropa sensual y estar siempre maquilladas por si se presentaba algún cliente. Si venía de madrugada, las demás mujeres tenían que salir de la habitación o esconderse en el baño para que la compañera ejerciera la prostitución en ese mismo momento. De la cantidad que se pagaba por cada servicio sexual, entre 60 y 120 euros, las víctimas sólo se quedaban con 25 euros como máximo, ya que la regente de la casa cobraba directamente al cliente. Con este ingreso debían hacer frente a su manutención, enseres y hasta pagar el papel higiénico.

 

Las víctimas no podían rechazar ningún tipo de servicio sexual. Se les castigaba con una penalización en caso de que algún cliente no quedara satisfecho. Consistía en la realización de otro servicio gratuito para la organización, ya que los implicados se quedaban con el importe íntegro del nuevo servicio. Los integrantes de la red las amenazaban con armas blancas, las intimidaban con la deportación debido a su situación irregular en España y humillaban a quienes se quejaran o pidieran salir de la casa. Las encerraban hasta que se sometieran y cada día les obligaban a consumir sustancias estupefacientes.

 

 

Investigación policial

 

La operación culmina con cuatro detenidos en la localidad de Madrid por los delitos de Trata de Seres Humanos con fines de explotación sexual, relativos a la prostitución, detención ilegal y pertenencia a organización criminal, y dos víctimas liberadas también en la ciudad de Madrid.

 

Se han realizado tres diligencias de entrada y registro en la localidad de Madrid y se han intervenido más de 5 000 euros en efectivo, tres balanzas de precisión, seis terminales telefónicos y diversa documentación relacionada con la investigación.