Operación conjunta de la Policía Nacional y EUROPOL

Desarticulado un grupo criminal transnacional especializado en el tráfico de migrantes entre Argelia y España

Trasladaban a los migrantes, incluidos menores de edad, en embarcaciones de fibra desde el país norteafricano hasta las costas de Murcia y Alicante, y desde aquí a otros lugares de España

La organización cobraba a cada migrante 5.000 euros por el viaje en embarcación

Hay seis personas detenidas, cinco en Orihuela (Alicante) y una en Tudela (Navarra). El líder del grupo, dos tripulantes y otro arrestado más han ingresado en prisión provisional

24/02/23

Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con EUROPOL, han desarticulado en la provincia de Alicante un grupo criminal transnacional especializado en el tráfico de migrantes entre Argelia y España. Trasladaban a los migrantes, incluidos menores de edad, en embarcaciones de fibra desde el país norteafricano hasta las costas de Murcia y Alicante, y desde aquí a otros lugares de España por vía terrestre. La organización cobraba a cada migrante 5.000 euros por el viaje en embarcación, 300 euros por la recogida en costa y 400 euros más por el traslado a otros puntos. Hay seis personas detenidas, cinco en Orihuela (Alicante) y una en Tudela (Navarra). El líder del grupo, dos tripulantes y otro arrestado más han ingresado en prisión provisional.

La investigación policial se inició a raíz de un episodio migratorio, acontecido en el mes de octubre 2021, que permitió determinar la existencia de una red criminal afincada en la provincia de Alicante que estaría lucrándose con el tráfico de migrantes argelinos a través de embarcaciones que partían desde las costas de Argelia hasta el litoral español. Gracias a las pesquisas realizadas, los agentes han podido constatar la materialización de al menos seis episodios migratorios marítimos con 88 migrantes argelinos implicados, ocho de ellos menores no acompañados.

 

Célula en Argelia

 

El entramado desarticulado actuaba en perfecta coordinación con una célula afincada en el país norteafricano que era la encargada de la captación de los de las personas interesadas y de organizar la salida de las embarcaciones hacia nuestro país.

 

Para llevar a cabo su actividad delictiva, el grupo criminal contaba con embarcaciones de fibra, combustible almacenado, brújulas y dispositivos de geolocalización para el trayecto marítimo, así como con pilotos que poseían los conocimientos y la pericia necesaria para llevar a cabo travesías peligrosas por mar abierto. Su elevado nivel de especialización les permitía organizar en el mismo día varios viajes de ida y vuelta con el mismo piloto y embarcación, y podían lanzar hasta tres embarcaciones a la vez consiguiendo la saturación de los servicios marítimos españoles.

 

La organización desarticulada no dudaba en poner en grave riesgo la vida de los migrantes. La mayor parte de los viajes se desarrollaban durante la noche, en embarcaciones de fibra de escasa consistencia que soportaban un exceso de peso provocado, tanto por el elevado número de personas que iban a bordo, como por los bidones de gasolina que acumulaban en su interior. Además, todo ello sin disponer de medidas de seguridad que garantizasen la integridad de los embarcados, como chalecos salvavidas, medios de achique, etc.

 

Una vez arribados a costas españolas, los migrantes eran recogidos por miembros de la organización que se encargaban de transportarlos en vehículo hasta Orihuela (Alicante), donde eran ocultados en pisos de seguridad hasta su posterior traslado a otros puntos de España.

 

Beneficios de casi medio millón de euros

 

El grupo criminal exigía a cada migrante 5.000 euros por el viaje en embarcación, 300 euros por su recogida en la costa y posterior traslado a Orihuela, 50 euros al día por su permanencia en pisos de seguridad y 400 euros más por su traslado a otros puntos.

 

Los seis episodios migratorios marítimos constatados por los agentes, con 88 migrantes argelinos implicados, habrían reportado a la organización unos beneficios superiores a los 350.000 euros.

 

La operación policial ha finalizado con la entrada y registro de un domicilio en la localidad alicantina de Orihuela en el que se ha intervenido 54.900 euros en metálico, varios teléfonos móviles y diversa documentación relevante para la investigación.